Estos últimos 3 días me he dedicado a llenar mi nuevo reproductor MP3 con música. Siempre me mostré reacio a comprar uno de esos aparatijos, total para eso uso mi celular, que tiene hasta el día de hoy muy buena calidad de reproducción. Es mas siempre lo utilizado para ello. Lo que me decidió a comprar uno estos nuevos gadgets es que valgan verdades el celu ya me estaba quedando grande y como no pienso comprar un celular pequeño porque sencillamente me parece totalmente incomodo, me decidí en comprar uno de estos artilugios.
Bueno pasando ahora si al título del post. Al armar mis “playlists” o lista de reproducción y luego de ponerme a pensar un rato en ello, no me quedo mas remedio de reír al ver que tan disímil pueden ser mis gustos musicales. Están ahí canciones que van desde Los Iracundos hasta Sepultura, desde Rubén Blades hasta Los Chabelos. Un pan con mango increíble, pero musicalmente delicioso, al menos para mí.
Demás está decir que siempre me he sentido atraído por la música, de cualquier género. Pero desde luego siempre más inclinado al Metal. Disfruto tanto de Leusemia como de Mar de Copas, de Megadeth como de los Hermanos Gaytan Castro. Para mí eso de ser “posero” porque te guste distinto tipo de música es una tremenda cojudez. Posero es tratar de pretender o tomar una postura que no es la tuya solo porque está de moda o tu circulo social lo impone y es ahí donde puedo decir que a mí me llega la moda altamente por decir lo menos.
La música, la buena música, esa que amamos y nos hace cantar a pleno pulmón, aun sabiendo que desafinamos, esa que nos impulsa a pretender que tocamos la batería sea sentados en nuestra oficina o en un salón de clases, esa que me impulso por primera vez a agarrar una guitarra y aprender a sacarle notas y melodía, esa música jamás pasara de moda. Te emocionara hoy, mañana y siempre, sin preocuparse de ser o haber sido “la mas mas” del momento.
Y en mi caso he tendió la suerte que la mayoría de la música que escucho nunca estuvo de moda, y eso a mi modo de ver ha sido una bendición. Aprendí a escuchar y buscar música en los más oscuros rincones. En aquellos “huecos” apartados de las grandes emisoras radiales. En La Colmena, en Galerías Brasil, en El Hueco o en un concierto de los llamados “subterráneos” ahí aprendí que lo que te pasa la radio no es lo mejor, puede ser lo más comercial o popular, pero el verdadero grito o canto popular está en esa gente que se junta para cantar solo por el hecho que es lo único que les hace sentir bien sin preocuparse de ser los más buscados en disco tiendas o en dial.
No tengo nada en contra de la música de moda, es más una que otra canción me parecerá simpática y es más me encantará que algunas de ellas, sobrevivieran al examen del tiempo y queden en nuestra mente como los grandes clásicos, la banda sonora de nuestra vida aquella que trapa los recuerdos y los hace imborrables.
Gracias a la música por ser tan diversa, gracias a la radio por ser tan adversa, gracias a las disqueras por no fijarse en lo que no es comercial, porque gracias a ello es que aún quedan bandas, cantantes, orquestas, y demás que se mantienen sin ser contaminados por todo el “mainstream” comercial y que con sus trabajos poco difundidos, que gracias a Dios y la buena fortuna de vez en cuando caen en mis manos, podemos aun disfrutar del “canto popular”, el “canto del niño que no quiere ser grande y solo quiere jugar a ser músico”.
Gracias Música!!!! Ahora a seguir reventando los parlantes de la oficina!!!
Thank you
Jorge Tasayco
Senior Guest Services Supervisor, Carnival Triumph
Carnival Cruise Lines
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